El público fontanés se emocionó con la representación de la obra ‘La taberna de los 4 vientos’
Lo recaudado va destinado a la Asociación Extremeña de Ayuda al Sáhara
El pasado día 18 se representó con éxito ‘La Taberna de los 4 Vientos’ en la Casa de la Cultura ‘Adolfo Suárez’ de Fuente del Maestre. Lo recaudado va destinado a la Asociación Extremeña de Ayuda al Sáhara, que preside el fontanés Alfonso Sánchez Baisón.
‘La Taberna de los 4 Vientos’ es la adaptación de un texto de Alberto Vázquez-Figueroa del mismo título, que cuenta cómo en el año 1509 coincidieron y convivieron, en una taberna de Santo Domingo, Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa, Alonso de Ojeda y Juan Ponce de León.
El gran mérito del director, el segedano José María Romero, es haber escogido a la perfección a los actores y actrices que encarnan a los distintos personajes. Más de veinte en escena, pertenecientes a cuatro agrupaciones teatrales distintas, que han querido colabora con la causa.
Nos encontramos así ante puro teatro de texto, muy bien sostenido por sus intérpretes sin apoyo de tramoyas, escenografías, o recursos visuales. Sólo voz, cuerpo y atención plena para construir unos personajes muy bien definidos, con unos diálogos nada fáciles en los que conviven distintos tonos: narrativo, exhortante, intuitivo, épico, lascivo, cómico, o el tono dolorido de quien ha perdido todo lo que vivió.
Destaca el papel de la dueña de la taberna. En un mundo masculino, invadido por altas dosis de testosterona y la codicia sobre los viajes al Nuevo Mundo, Catalina es quien realmente sustenta la trama de principio a fin.
O esa voz soñada, como en una alucinación de la que no se puede salir indemne; en esa atmósfera de sueños que se materializan aparece Colón, encarnado en un magnifico actor con la voz bien timbrada, y el gesto acompasado por el espíritu ya apaciguado del almirante.
No faltaron los pendencieros con las espadas al quite , los conquistadores que aún no saben quiénes son en la historia , la que ve antes de que suceda, las intrigas, el sexo, la senilidad y el olvido.
Más de dos horas de aventuras vividas-contadas en la citada taberna para terminar con un epílogo - llamada al entendimiento de la vida, desde su diversa riqueza respetable. Una llamada a la integración, al dialogo, a la paz.
Y es que, si nada permanece, nada nos pertenece. El público, en pie y emocionado, entendió a la perfección este mensaje.