Entrevista a Lorenzo García Camacho, médico deportivo y dos veces campeón del mundo de fútbol–sala
Lorenzo García Camacho es de Almendralejo, aunque actualmente vive en San Sebastián y trabaja en una clínica en Zarauz (Guipúzcoa). Es médico deportivo, dos veces campeón del Mundo y cinco de Europa con la selección española de fútbol – sala. Actualmente es médico con la selección española de fútbol sub18, aunque también lo ha sido de la sub17 y sub21. Fue antiguo alumno del Colegio San José, de Villafranca de los Barros, donde estudió hasta COU. Estudió Medicina en Badajoz.
En Madrid cursó el MIR y, después, se especializó en Medicina Deportiva en la Complutense. En el año 92 se casó y se fue al País Vasco para abrir una consulta médica. También fue médico de varios equipos de fútbol de Primera División. En 1996 trabajó con Ortuondo, en el Extremadura CF, en Primera División. También lo hizo junto a Rafa Benítez en este mismo club. Más tarde trabajó con el Numancia, de Primera División; y en el Córdoba. Ahí decide volver a su consulta en Zarauz para facilitar su vida familiar.
¿Cómo ha cambiado la medicina deportiva de ayer a la de hoy?
Soy de la segunda promoción de los especialistas en Medicina Deportiva. En aquella época, la mayoría de los clubes de fútbol tenían médicos que no eran especialistas. Esto ha cambiado radicalmente, ya no está el médico exclusivamente para intentar curar lesiones, también está para mejorar la forma física del jugador.
¿Qué lesiones son más habituales actualmente en el fútbol?
Sin duda, la lesión muscular. Aunque a veces pueda parecer que la incidencia de la lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla es muy alta, sigue siendo la lesión muscular la más habitual, es reiterativa, hay muchas recaídas. Además, es una lesión que deja de doler pronto y el jugador quiere volver a jugar demasiado rápido, recayendo con facilidad.
En una edición anterior de La Gaceta Independiente, el fisioterapeuta del Extremadura, Fran Rosa, alertaba del incremento de lesiones en la rodilla en edad infantil en fútbol por una mala elección en el calzado, en relación al regalo de Reyes que recibían muchos de los niños. ¿Está usted de acuerdo?
Por supuesto, cada vez hay más estudios que afirman que el agarre de una zapatilla es fundamental en la proliferación de lesiones. En cambio, tenemos datos de que actualmente el deporte donde más lesiones de rodillas se están produciendo es en el balonmano femenino. A pesar de que sus zapatillas no tienen tacos, determinados gestos con una mala biomecánica están acarreando lesiones ligamentosas.
Cada vez hay más personas que se inician en el mundo del deporte con una edad avanzada. Muchos de ellos comienzan a competir en carreras populares de todo tipo. ¿Qué protocolo de actuación deben seguir estas personas para realizar una actividad física segura?
Con esto hay mucha polémica ahora. El Colegio de Medicina Deportiva Americano recomienda únicamente contestar a un test de preguntas. En cambio, la escuela europea recomienda un electrocardiograma en reposo y una prueba de esfuerzo, como mínimo. Nosotros opinamos que a partir de cierta edad hay que hacer una prueba de esfuerzo cada dos años. Sobre todo viendo a deportistas de más de 30 años que realizan, por ejemplo, ultramaratones de montaña, que suponen un esfuerzo enorme. Estas pruebas de esfuerzo máxima deben realizarse en bicicleta, en vez de en tapiz, para que no haya movimiento de brazos, que a veces dificulta el registro cardiaco (la señal se empeora) y no nos deja ver una arritmia o una isquemia, por ejemplo. Con este tipo de prueba prevenimos una posible muerte súbita del deportista.
Nosotros, además, si es un deportista de competición, valoramos su forma física a través de otros parámetros, como son el consumo de oxígeno, umbrales aeróbicos y anaeróbicos, etc. Lo hacemos con un test de campo, una carrera de 5 kilómetros, con pulsómetro.
En el caso de Zarauz, donde trabajo, veo que todo este asunto de las pruebas de esfuerzo está mucho más extendido que aquí en Extremadura. Hay una mayor concienciación de lo importante que es.
Se están produciendo en algunos equipos de alto nivel una gran acumulación de lesiones en muy poco tiempo. Muchos de estos equipos juegan varios partidos en la misma semana. ¿Cómo se puede prevenir esta cuestión desde la dirección técnica de la plantilla?
Es casi imposible. Por exigencia de las televisiones, por ejemplo, en algunos deportes están jugando muchísimos partidos. Esto no te permite prácticamente entrenar ni recuperar a jugadores lesionados. Se trabaja mucho y se descansa poco, así es muy complicado. En fútbol, los equipos que juegan en Europa, prácticamente, está convirtiendo el partido en entrenamiento.
¿Qué ayudas ergogénicas, entendiéndolas como productos no dopantes, puede utilizar un deportista no profesional?
Es fundamental una buena hidratación, proporcionar al organismo los hidratos de carbono que se eliminan con el ejercicio y añadir un poco de proteínas. La hidratación debe ser también con bebidas isotónicas que aporten sales minerales. No hace falta nada más para un deportista no profesional.
¿Qué valor le das a la parte emocional en la recuperación de un deportista lesionado?
Personas pesimistas y que no creen en la recuperación, tardan más en curarse de una lesión. Hay tres factores que influyen en la recuperación en mi opinión: que el deportista sea muy disciplinado, un buen tratamiento de fisioterapia y que no haya un entrenador con excesivas prisas por disponer del jugador.
¿Qué futuro tiene el dopaje en el deporte?
Por desgracia, el dopaje va a ir a más, y el futuro está en el dopaje genético. De todas formas, no creo que sea mayoritario el consumo de dopaje. Espero que los que sean “top” no se dejen convencer para tomar una ayuda ergogénica prohibida. El deporte debe ser limpio.