Sergio Paniagua se convierte en tres semanas en un atleta de élite nacional
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del atletismo? ¿Con qué edad comienzas y por qué eliges este deporte?
Comencé en el verano de 2009, cuando tenía 13 años. Iba con mi padre a muchas carreras que había por la zona de mi pueblo, Oropesa, hasta que me vino a buscar la Unión Deportiva Atlética Talavera (UDAT). Allí estuve 6 temporadas y, en el año 2015, fiché por el CAPEX.
Eres de Oropesa pero compites para un club extremeño como el CAPEX. ¿Cómo se producen estos contactos iniciales entre ambas partes y cómo se establece la relación con el club?
Poco antes de empezar la temporada 2015/2016, se puso en contacto conmigo José Ángel Rama, director deportivo del CAPEX, para comunicarme que estaban interesados en mí para afrontar la nueva temporada. Irme del club donde había estado todos esos años fue una decisión muy difícil para mí, pero sé que en el fondo ha sido un cambio muy positivo porque la relación con el CAPEX ha sido y sigue siendo excelente.
Aunque en las competiciones representas al CAPEX, tus entrenamientos los realizas en Oropesa. ¿Cómo te organizas en este sentido?
Siempre realizo los entrenamientos en mi pueblo, Oropesa, excepto un día a la semana que me desplazo a Talavera de la Reina para entrenar con mi grupo de entrenamiento, junto a mi entrenador. Hay que tener bastante fuerza de voluntad para entrenar solo, pero si te gusta lo que haces, es más llevadero y resulta menos sacrificado. En ese aspecto, creo que soy una persona organizada y disciplinada.
El 12 de febrero comienzan estas tres semanas trepidantes en tu carrera deportiva. En la final del Campeonato de España Promesas se anula la carrera cuando todo parecía indicar que te proclamarías campeón. ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente? ¿Qué pensantes cuando viste esa marca que no correspondía con un 1500? ¿Cuáles fueron tus primeras sensaciones?
Los jueces pasaron de la vuelta 7 a la 5 y finalmente tocaron la campana una vuelta antes, por lo que realizamos 1300 metros en vez de 1500. No me fijé en ninguno momento en la marca que había realizado, no me había dado cuenta de nada de lo que había pasado y por eso lo celebré tanto al llegar a meta. Lo único que pensé en ese momento era que no me podía estar pasando otra vez, ya que me había ocurrido dos años antes lo mismo en una semifinal del campeonato de España Promesa en Antequera. Sentí rabia, impotencia, porque me habían quitado la medalla de oro que había conseguido y, además, sin tener culpa de nada de lo ocurrido.
Cinco días después, el 19 de febrero, consigues el cuarto puesto en el Campeonato de España Absoluto de Pista Cubierta en Salamanca. Te quedas a una centésima del bronce. ¿Fue un nuevo varapalo o lo asumiste como un gran resultado?
El cuarto puesto en el Campeonato de España Absoluto fue un gran resultado y una gran sorpresa para mí. En un principio, no quería ir por lo que había ocurrido la semana anterior en el nacional promesa pero al final decidí competir y creo que me sirvió para desahogarme.
Sabía que estaba en mi mejor estado de forma y tenía que aprovecharlo, pero el objetivo era entrar en la final y, una vez clasificado, intentar plasmar todos los entrenamientos de los meses anteriores. Finalmente, conseguí un cuarto puesto que me supo a oro.
Otra vez, cinco días después, casi sin descanso, el 24 de febrero, se repite la final del Campeonato de España Promesas en Gallur, donde te proclamas campeón. Por fin la victoria más que merecida, ¿cómo fue esta carrera?
El principal objetivo invernal de esta temporada era el campeonato de España sub-23 y me había preparado para ello durante mucho tiempo. Tenía muchas ganas de correr y, sobre todo, de demostrar que podía volver a ser campeón de España. El pensamiento que tenía era el de dejarme todo en la pista para poder conseguir la medalla que me habían quitado y así fue. Intenté controlar la carrera en todo momento y al final conseguí la victoria.
Y, por último, el 3 de marzo, siendo un atleta sub-23, te ganas el derecho de asistir al Campeonato de Europa Absoluto de Pista Cubierta en Belgrado (Serbia). Consigues un cuarto puesto en la semifinal. Cuéntanos cómo fue esta experiencia, tanto a nivel deportivo como personal.
Ha sido una experiencia increíble y creo que me ha servido para darme cuenta que puedo luchar por estar entre los mejores. Ya dije que no me había encontrado nada bien y creo que si hubiera tenido mejores sensaciones, podría haber estado luchando por entrar en la final.
Me quedo con lo positivo, he aprendido mucho de esta experiencia y he compartido momentos con personas a las que hace un año pedía fotos y veía por la tele.
Si alguien me hubiera dicho a principios de temporada que iba a estar participando en el Europeo Absoluto de Belgrado, le hubiera dicho que estaba loco.
¿Es el Europeo sub-23 al Aire Libre tu próximo objetivo deportivo? ¿Te planteas otros objetivos más a largo plazo?
En un principio el gran objetivo para lo que queda de temporada es el Europeo sub-23, que se celebrará en Polonia. Sé que es un objetivo difícil porque este año somos varios atletas que poseemos marcas similares, pero eso me gusta porque me voy a tener que esforzar todavía más y no me puedo relajar.
Como corredor de 1500 metros, ¿cuáles son tus principales virtudes y defectos?
Creo que una de las mejores cosas que tengo es mi final, sobre todo la última vuelta porque soy un atleta bastante rápido y eso hay que aprovecharlo.
Uno de mis defectos es la colocación durante la carrera. Entre mi entrenador y yo estamos intentando corregirlo y, en las carreras que he realizado última- mente, he mejorado mucho la colocación y he aprendido a ser más valiente compitiendo.
Como atleta del CAPEX, ¿cómo vives pertenecer a este club y qué perspectivas de futuro tienes con el mismo?
Ya lo hemos hablado muchas veces entre los miembros del club y yo. Estoy muy agradecido porque me hayan dado esta oportunidad y por confiar tanto en mí desde el primer momento.
Yo siempre estoy dispuesto a ayudarlos en todo lo que pueda y creo que ellos lo saben. La verdad es que estoy contentísimo de pertenecer a este gran club, me han acogido muy bien y somos como una pequeña familia. Una de las cosas que más me gustan en el atletismo es la humildad, yo creo que el CAPEX es un club humilde y eso es lo que me gusta tanto.