El Centro de Atención de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura desde dentro
En Mérida, en un moderno y funcional edificio situado en la zona de III Milenio, se encuentra la sede del Centro de Atención de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura, bautizado con el nombre de ‘Cabo Primero Alberto Guisado Majano’ en honor al miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que perdió la vida en las tareas de extinción de un incendio en la sierra de Gata en 2012. El centro, cuyo actual director es Juan Carlos González, es pionero en España a la hora de aglutinar en un mismo emplazamiento a técnicos de los diversos sectores relacionados con la gestión de urgencias y emergencias, todos ellos vinculados a través de un único número de teléfono, el 112.
Una de las estancias del Centro 112 Extremadura que más sorprende a quien lo visita es la sala de coordinación. Alrededor de una isla central ocupada por el jefe de sala se distribuyen hileras de mesas repletas de pantallas de ordenador y teléfonos que suenan constantemente, ocupadas por operadores y profesionales de Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos, Infoex y efectivos sanitarios.
En la segunda planta del edificio se ubican la sala polivalente, que hace las veces de sala de prensa y de formación, y la sala de crisis, en la que en situaciones de emergencia se reúnen representantes políticos y los máximos responsables de los cuerpos que prestan servicio en el edificio.
En caso de que la sede emeritense se encontrara inutilizada, existe un espacio alternativo en la ciudad de Badajoz, denominado Centro Redundante de Coordinación de Emergencias, para que el servicio pueda seguir funcionando con normalidad.
Protocolo
Cuando un ciudadano llama para comunicar algún tipo de incidente, entra en contacto, en primer lugar, con un operador, que se encarga de formularle una serie de cuestiones concisas (qué ha pasado, dónde, a quién y cuándo) que plasmará en la carta de demanda antes de derivarle al técnico sectorial encargado de atenderle en función de la naturaleza del incidente.
Cuando de emergencias se trata, no hay un segundo que perder, y gracias al funcionamiento coral de todos los profesionales, el interrogatorio no excede de los dos minutos y la activación de un protocolo emergencia es, por lo general, inferior a cuatro minutos.
Con el fin de optimizar al máximo posible el tiempo del que se dispone, cada técnico cuenta con una detallada información relativa a los recursos que posee cada localidad, como el lugar establecido para que aterrice un helicóptero, todo ello de acuerdo con la máxima de ‘utilizar los medios necesarios y no más’, explica Margarita Pulido, quien, entre otras funciones, también se ocupa de guiar las visitas a la sede del Centro 112.
Posteriormente, y como paso previo al cierre del incidente, tanto los técnicos sectoriales implicados como el jefe de sala realizan un seguimiento del mismo recabando información sobre los tiempos de intervención.
Operadores y técnicos deben tener muy en cuenta el estado emocional de la persona que llama para comunicar un incidente, pues en ocasiones tienen que afrontar llamadas en las que quien se encuentra al otro lado del teléfono presenta un importante cuadro de ansiedad o una actitud agresiva que hay que reconducir. En este sentido, el médico José María Pardo subraya que es vital el conocimiento de la denominada ‘curva de hostilidad’, escuchar sin tratar de razonar con el interlocutor en las fases de ‘salida’ o ‘disparo’ y esperar a que éste llegue a los estadios de ‘afrontamiento’ y ‘enfriamiento’ para poder establecer un diálogo.
Tecnología puntera
El Centro 112 Extremadura está dotado de una tecnología de lo más puntera, como el ‘vídeo-wall’, una descomunal pantalla LED de más de 200 pulgadas que preside la sala de coordinación.
Una de las aplicaciones con las que trabajan, que no debería faltar en el teléfono de cualquier aficionado a los deportes de naturaleza, es Alpify, un sistema que puede descargarse de forma gratuita desde Play Store y que en caso de pérdida o accidente permite enviar un mensaje con la posición exacta del afectado al Centro 112 solo con pulsar el botón de emergencia, señala Antonio Rivera, uno de los jefes de sala.
Además, también cuentan con una plataforma de teletraducción con 51 idiomas diferentes y un servicio para personas con discapacidad auditiva o dificultades de expresión.
Catástrofes
Uno de los grandes desafíos a los que el Centro 112 Extremadura se ha enfrentado en los últimos años fue el incendio que asoló en el verano de 2015 más de 8.000 hectáreas de la cacereña sierra de Gata, una catástrofe natural que generó miles de llamadas atendidas por los diferentes profesionales del servicio de emergencias, que con su trabajo ayudaron a la evacuación de un gran número de vecinos afectados.
En estos casos, en función del tipo de emergencia o catástrofe, se activa alguno de los distintos planes diseñados específicamente para abordar la situación (Inuncaex, Platercaex, Transcaex o Plasismex), que pueden comportar el desplazamiento al lugar de los hechos de un Puesto de Mando Avanzado o PMA.
Puesto de Mando Avanzado
Por las siglas PMA se conoce al vehículo que, llegado el caso, se traslada hasta la zona cero para que los diferentes mandos presten servicios logísticos, coordinen sobre el terreno a las unidades desplegadas y ofrezcan información en tiempo real al gabinete de crisis de Mérida, y así, de manera consensuada, poder tomar las decisiones adecuadas con las que solventar la emergencia, narra José Manuel Coronado, coordinador del PMA.
Se trata de un camión Mercedes, con una potencia de 400 caballos y dividido en dos salas: una de 16 metros cuadrados en la que se reúnen los principales mandos que están en la zona y otra de 14 metros pensada para la coordinación. Además, en lo tecnológico, el PMA dispone de pantallas TFT, estación meteorológica, comunicación por radio y satélite, cámaras de visión por infrarrojos..., así como de un equipo humano integrado por varios técnicos especializados.
El 112 Extremadura en cifras
A lo largo de 2016, desde el Centro 112 Extremadura se atendieron un total de 675.632 incidencias, un 5,18% menos que en el año anterior. De forma más concreta, creció el número de llamadas de ‘gestión’ y descendieron las consideradas nulas o ‘huecas’.
Más de la mitad de las llamadas estuvieron relacionadas con la sanidad (52%). El resto se debió a seguridad pública (19%); informaciones y consultas (9%); accidentes (7%); incendios (7%) y asistencia técnica (6%).
Por provincias, el 60% de las llamadas procedieron de Cáceres, el 39% de Badajoz y un 1% llegaron de fuera de la región.