Recomendaciones sobre las revisiones de instalaciones de gas
Las normas vigentes disponen que los usuarios de gas butano y propano deben mantener en buen estado su instalación doméstica. Por eso tienen la obligación de solicitar la revisión de esa instalación cada cinco años.
Pero para realizar esta revisión periódica, los usuarios pueden elegir libremente la empresa que más les convenga, comparando los servicios que ofrecen y los precios que cobran antes de contratar. Hay que desconfiar de aquellas empresas que ofrecen la revisión de instalaciones o la sustitución de materiales sin haberlos solicitado.
¿Qué empresas deben realizar esta revisión?
Las que cumplan los siguiente requisitos:
1.- Que están legalmente autorizadas por la Comunidad Autónoma con un número de registro y el instalador o instaladores estén autorizados.
2.- Que antes de realizar cualquier trabajo, entreguen al usuario un presupuesto escrito, para que lo acepte o lo rechace, con indicación de los precios de los materiales que se van a emplear y de la mano de obra, así como los desplazamientos si los hubiera.
3.- Que tengan a disposición de los usuarios las tarifas de las piezas, de la hora de trabajo y de otros servicios concretos que realicen.
4.- Que tengan a disposición reclamaciones oficiales de los clientes las hojas de reclamaciones oficiales.
5.- Es aconsejable que las empresas elegidas se encuentren adheridas al Sistema Arbitral de consumo y en sus documentos o publicidad figue el distintivo correspondiente. Esta adhesión supone una garantía para el consumidor en caso de que tuviera que hacer reclamaciones.
Consejos a tener en cuenta:
- No dejar entrar en el domicilio particular a ninguna persona que ofrezca la revisión de la instalación de gas si no la hemos solicitado.
- Pedir siempre la acreditación de instalador y de empresa autorizada por la Comunidad Autónoma.
- Antes de realizar el trabajo es obligatorio recibir un presupuesto escrito y detallado de materiales y mano de obra, para aceptar o rechazar el servicio sin ninguna objeción, tomando el tiempo necesario para leer incluso la letra pequeña. El usuario tiene derecho y es conveniente que compare las tarifas
de distintas empresas instaladoras puesto que son precios libres y pueden varias considerablemente de unas a otras.
- No se debe firmar ningún documentos ni factura si no se ha recibido y aceptado antes el presupuesto escrito.
- También las empresas multinacionales más conocidas envían cartas o envían a su personal a los domicilios de sus clientes para ofrecerles la revisión de las instalaciones de gas. Los clientes tampoco están obligados a aceptar este servicio ni a dejar pasar a dicho personal al domicilio. Si se aceptara la revisión que ofrecen, también es obligatorio acreditar su autorización, recibir presupuesto escrito y aceptarlo antes de realizar la revisión.
- Cualquier empresa instaladora autorizada, al finalizar la revisión, debe entregar al usuario una certificación acreditativa de la revisión y del contrato de mantenimiento. Si se sustituyen piezas, el usuario tiene derecho a quedarse con las piezas viejas, que pueden servir de prueba en caso de reclamación.
- Si el dueño de la instalación no cumple con la obligación de mantener las instalaciones en buen estado o no remite el certificado de revisión transcurridos los cinco años, la empresa suministradora del gas butano o propano puede negar el suministro.
- Las gomas del butano no hay que cambiarlas si no está defectuosas o caducadas. La fecha de caducidad viene indicada en las mismas gomas. Si hay que sustituirlas, puede hacerlo uno mismo, si tiene la destreza necesaria. Las gomas nuevas y homologadas se pueden comprar en cualquier establecimiento o empresa distribuidora y también varían los precios de unas a otras.
- El regulador y las abrazaderas de las bombonas de gas butano no tienen caducidad determinada. Si fuera necesario el cambio por avería o deterioro, el instalador autorizado será el que lo indique, para que el dueño de la instalación acepte o no la sustitución.
- Siempre, siempre hay que pedir presupuesto previo escrito, leerlo y entenderlo en su totalidad y aceptarlo o rechazarlo antes de que toquen las instalaciones de gas. Por supuesto, hay que pedir siempre factura de la revisión, sin necesidad de firmarla. Es suficiente con pagarla.