Diagnóstico ... anemia ferropénica

 


La función de los glóbulos rojos es más fácil de entender si los comparamos con unos “transportistas”: la sangre al pasar por los pulmones se carga de oxígeno (la hemoglobina es capaz de fijarlo como un imán), después circula por el cuerpo soltando este oxígeno por los tejidos para que las células puedan funcionar. Una vez des-oxigenada, la sangre vuelve por las venas al pulmón a cargarse de oxígeno y, así, empezar otro ciclo.  La sangre cargada de oxígeno (sangre arterial) es de color rojo vivo, mientras que es de color rojo oscuro la sangre no oxigenada (venosa).

Los glóbulos rojos se forma en la médula ósea de los huesos, siendo necesario tener suficiente hierro en nuestro cuerpo. De la médula ósea los glóbulos rojos salen a la sangre donde, como hemos dicho, son la células más abundantes (en 1 centímetro cúbico encontramos unos cinco millones de hematíes).  Al cabo de 3-4 meses los hematíes son destruidos porque han ido envejeciendo y son sustituidos por hematíes nuevos.

¿Por qué se produce la anemia?
Existen muchas causas de anemia pero la más frecuente es la anemia por falta de hierro, llamada técnicamente anemia ferropénica. Como hemos dicho, si el organismo no tiene hierro suficiente, no se puede formar hemoglobina, y sin hemoglobina no se pueden generar glóbulos rojos.

¿Cuáles son las causas de que no exista hierro suficiente en el organismo?
El hierro que tenemos en el organismo es el resultado de restar lo que ingerimos (hierro contenido en los alimentos) al hierro que se pierde (hemorragias, menstruación en las mujeres, etc). En situaciones en que hay aporte de hierro insuficiente, bien porque los alimentos son pobres en hierro (por ejemplo vegetarianos estrictos) o porque el organismo no es capaz de asimilarlo (por ejemplo enfermedades como la celiaquía) los depósitos de hierro acaban por agotarse  y aparece entonces la anemia.
El hecho de la menstruación en la mujer explica por qué durante la edad fértil es muy frecuente que puedan presentar ferropenia (depósitos de hierro bajo) y, sin tratamiento, anemia ferropénica.

¿Qué síntomas provoca la anemia?
La función del los hematíes es transportar el oxígeno, imprescindible para la vida ya que todas las células lo necesitan para funcionar. Cuando una persona tiene anemia la capacidad para llevar oxígeno es menor y por tanto las células reciben menos cantidad, funcionan peor y aparecen  manifestaciones clínicas como cansancio, debilidad, dificultad para concentrarse, cefalea, deterioro de la visión,  disnea (sensación de falta de aire), etc.  Cuanto mayor es la anemia y cuanto más rápidamente se produce,  más síntomas aparecen y más intensos son.
Los pacientes con anemia presenta un color de piel pálido y las uñas pierden su color rosado. La falta de hierro puede provocar pérdida de cabello, uñas quebradizas, dolor de la lengua, etc. Un síntoma curioso, y poco frecuente, es la presencia de “pica”: deseo de ingerir sustancias como tierra, arcilla, hielo, etc.

¿Cómo se diagnostica la anemia ferropénica?
La anemia ferropénica se diagnostica cuando encontramos una cifras de hemoglobina menores de 13g/cc en varones y 12g/cc en mujeres, y se comprueba que los depósitos de hierro son escasos o inexistentes.  En estas circunstancias  SIEMPRE hay que profundizar en el diagnóstico para establecer  por qué se ha producido la falta de hierro.

La falta de hierro puede deberse a:
1. La dieta contiene poco hierro. Esto sucede por ejemplo en vegetarianos estrictos, personas con anorexia, etc.
2. El hierro de la dieta no se absorbe en el tubo digestivo porque el estómago ha sido extirpado, hay mala absorción por enfermedad celiaca, etc.
3. Se está perdiendo sangre (y por tanto hierro) en mayor cantidad de la que puede ser repuesta por el organismo.  Esta pérdida de sangre puede ser evidente (hemorragias nasales, hemorroidales, etc) pero a veces puede no ser visible a simple vista (sangrado oculto). Esta situación debe estudiarse de forma cuidadosa por que puede suponer enfermedades potencialmente muy graves como tumores del tubo digestivo. 
Una situación especialmente frecuente es la anemia ferropénica en la mujer en edad fértil.  La menstruación en la mujer suponer una pérdida sanguínea periódica. Si esta pérdida no se compensa adecuadamente con una dieta equilibrada que asegure una cantidad diaria suficiente de hierro, acaba abocando a la ferropenia y posteriormente a la anemia ferropénica.

¿Se puede prevenir la anemia ferropénica?
Como decimos habitualmente en estos artículos, una dieta equilibrada es una medida de prevención para gran cantidad de problemas de salud. También muchos casos de anemia ferropénica puede prevenirse con una dieta equilibrada que contenga alimentos ricos en hierro como las carnes rojas, el hígado, los huevos, el mariscos, etc. Hay que tener presente que hay alimentos ricos en hierro (ejemplo típico, las lentejas) que nuestro organismo no es capaz de asimilar; por contra, el hierro contenido en la carne y el pescado sí es muy aprovechable.
En situaciones donde existe más necesitad de hierro, como durante el crecimiento, en la gestación, la lactancia y durante la vida fértil de la mujer, puede ser necesario recurrir a suplementos, bajo prescripción médica. El exceso de hierro también en perjudicial para el organismo.

¿Como se trata la anemia ferropénica?
Ante una anemia ferropénica, lo primero es tratar la causa que provoca el déficit de hierro y, posteriormente, dando suplementos hasta rellenar las reservas, lo que  puede llevar hasta 6 meses o más.  En la mayoría de los casos los suplementos de hierro se administran por vía oral, es decir, en pastillas o sobres.

Este documento ofrece información general acerca de la anemia ferropénica para que mejore su conocimiento sobre el  mismo. No tiene el objetivo de proporcionarle cuidados ni tratamiento. Si necesita alguna aclaración puede hacérnosla llegar a través del email
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